Cómo preparar el mejor sustrato para semilleros
En esta entrada te vamos a contar cuál es la mezcla de sustrato para semilleros que hacemos nosotros para germinar nuestras semillas, para que tú también puedas hacer la tuya propia.
- Cómo preparar el mejor sustrato para semilleros
¿Hace falta hacer un sustrato para semilleros?
A ver, podrías pensar que con la tierra del huerto es suficiente si cultivas en el suelo. Pero, mucho me temo que esa tierra no va a ser adecuada para germinar semillas. Haz la prueba y me darás la razón.

Si tienes bancales elevados y practicas no labranza, en ese caso igual sí que ese suelo podría servir para germinar semillas. Puede que no sea el mejor, pero podría llegar a servir. Lo que pasa es que los bancales elevados van menguando: el nivel de sustrato va bajando con el tiempo, así que no os recomiendo quitar sustrato de dentro, sino más bien añadir.

Otra opción sería comprar una mezcla de sustrato que ya venga hecha. Funciona, lo que pasa es que si compras sustrato universal, un sustrato que no sea de mucha calidad, lo que va a pasar es que seguramente contenga trozos demasiado grandes que van a dificultar la germinación. También está el problema de que la superficie se seque con mucha facilidad, que no tenga suficiente retención de humedad. Si compramos un sustrato ya de más calidad o incluso uno directamente diseñado para germinar semillas entonces me temo que nos va a salir muy caro y económicamente es más interesante hacer nuestra propia mezcla.
Además con el tiempo, irás aprendiendo exactamente qué ingredientes te van bien. Podrás cambiar un poco tu fórmula y así adaptarla perfectamente a tus necesidades.
Características del sustrato para semilleros
Tamaño de partículas adecuado
Pues en primer lugar, que el sustrato tenga un tamaño de partículas adecuado.
Demasiado pequeño podría hacer que el sustrato se compacte y esto dificultaría el desarrollo de las raíces. Si las partículas son demasiado grandes, también podría ser un problema porque podrían obstruir el agujero de drenaje de la maceta, o podría quedar una pieza una partícula grande justo encima de una semilla y dificultaría que ésta se desarrolle.

Polivalente
Una característica que también queremos es que nuestro sustrato de semillero sea polivalente, que nos sirva tanto para la germinación de semillas en una en una bandeja como para germinar en soil blocks. Por supuesto, que sirva para la germinación y para luego el trasplante, que no tengamos que tener muchos sustratos diferentes.
Sustrato aireado y suelto
También le pedimos que sea un sustrato aireado, mullido, suelto, con porosidad porque en los primeros estadios de crecimiento, cuando las raíces son muy tiernas es importante que puedan desarrollarse tranquilamente sin tener que sortear obstáculos.

Cómo hacer el sustrato para la germinación
A la hora de hacer el sustrato de semilleros lo hacemos en gran cantidad, así no hay que ir haciendo cada dos por tres y nos va genial hacerlo en una caja.
Si además, esta es transparente y tiene tapa, mejor que mejor, al ser transparente nos permite ver fácilmente si hemos mezclado todos los componentes bien y el hecho de que tenga tapa nos ayuda a mantener la humedad del sustrato.
El hecho de tenerlo así en una caja hace que todo sea mucho más cómodo, más limpio y más ordenado.
Aquí va otro pequeño truquillo.
Vamos a dibujar nuestra receta en la altura de la caja, es decir, si por ejemplo en nuestra receta tiene dos partes de compost pues vamos a dibujar a la altura de la composición que queremos una línea. De esta manera, siempre sabremos qué ingrediente y en qué proporción lo necesitamos para tener la mezcla de sustrato para semilleros.
Para ello, mide la altura de la caja y divide las proporciones. Además, puedes ir preparando el sustrato y cada vez que añades material preocuparte de que quede plano.

La receta del sustrato casero para semilleros
En base a nuestra experiencia, esta es la mezcla ideal para preparar un auténtico sustrato para semilleros. Hemos experimentado mucho con ella y realmente creemos que es un sustrato de alta calidad que aporta las condiciones de germinación óptimas para las semillas.
Esto es así porque tiene unas cantidades de nutrientes adecuadas, facilita el desarrollo radicular, tiene alta porosidad y alta capacidad de retención de la humedad. Así, facilita el óptimo desarrollo de los plantines desde semilla e incluso desde esqueje, que es lo que más nos interesa en esta etapa de crecimiento.
Receta del sustrato para semilleros
✅ 2 partes de Compost
✅ 2 partes de Turba rubia
✅ 1 parte de lombricompost
✅ 1 parte de perlita
✅ 1g/L de harina de roca fosfórica
✅ 1g/L de extracto de algas
✅ Regar con té de compost o vermicompost
Los ingredientes del sustrato para semilleros
Compost
El primer ingrediente de nuestra mezcla para semilleros va a ser compost. Hay gente que lo entiende como un abono pero en realidad el compost tiene una concentración de nutrientes necesarios muy baja. Lo que si nos interesa del compost es que aporta muy buena estructura al suelo, capacidad de retención de agua y drenaje, además de muchos microorganismos que ya desde un inicio van a estar ayudando a nuestra planta.
Es importante que sea compost maduro. Como te explicaba antes, las partículas muy grandes no nos interesan en nuestro sustrato. Así que lo ideal es cribar el compost con un tamiz.

Turba rubia
Nuestro siguiente ingrediente de la lista de materias primas es la turba rubia. Sí, ya sé que puede que te hayan saltado las alarmas porque se considera un ingrediente como poco sostenible, pero deja que te explique por qué vamos a usarlo.
La turba es un ingrediente que tiene la fama de ser poco sostenible. Depende de con que la comparemos. El otro ingrediente que tiene unas características similares es la fibra de coco.

¿Es la turba rubia menos sostenible que la fibra de coco?
La turba es el producto que se extrae de las turberas, que es un ecosistema muy especial se da solo en algunos lugares del mundo donde hay una gran humedad, la capa del agua está muy superficial y además se genera gran cantidad de materia orgánica de plantas anuales.

Con la llegada de los fríos esas plantas mueren y empiezan a descomponerse, pero rápidamente llegan las primeras heladas y esa descomposición se para. Como no hay muchos microorganismos debido a estas temperaturas tan tan bajas y esto se va repitiendo año tras año, se van formando capas, una sobre la otra haciendo que suba el nivel del suelo, formando la turba.
Existen distintas turbas, dependiendo de qué plantas forman ese ecosistema y también dependiendo del lugar del que se extrae.
Comercialmente, nos van a diferenciar dos tipos de turba: la rubia y la negra.

La turba negra tiene ese color porque se extrae de capas mucho más profundas, mientras que la rubia es materia orgánica mucho más reciente. Entonces en una primera aproximación, nos parece que es mucho más insostenible excavar grandes profundidades para extraer turba negra que recoger una parte de la materia orgánica que hace poco que ha iniciado ese proceso de descomposición.
De todas formas no deja de ser una alteración de un ecosistema que crece muy lentamente. Una turbera aumenta su nivel del suelo en unos 50 centímetros cada 100 años como máximo. Así que la explotación de estos lugares debe ser controlada. Por eso, las turberas si se explotan, debe hacerse a un ritmo lento y de una forma muy bien planificada. De todas formas, el 86% de las turberas del mundo aún no se han tocado y menos de un 1% del producto que se extrae de ellas va destinado a la horticultura.

Estamos completamente de acuerdo con que deberíamos respetar más las turberas, pero igual no es la horticultura el sector en el que se debería fijar el punto de vista para ese propósito, sino en otros muchos usos que se le están dando actualmente a este ingrediente.
La fibra de coco tiene algunas propiedades similares a la turba, no es exactamente igual pero seguramente es el ingrediente que actualmente más se le parece.
Se dice que es más sostenible, sobre todo porque es un subproducto de los cocos destinados a la alimentación. Pero bueno, no por ser un subproducto va a ser más sostenible porque las cáscaras del coco tienen que procesarse para convertirse en lo que conocemos como fibra de coco.
Lo primero que se hace es quitarles la sal, esto se consigue con grandes cantidades de agua dulce a la que en ocasiones se le añaden productos químicos para hacerlo más sencillo. Uno de los problemas radica en que en estas comunidades, el agua dulce no suele ser muy abundante y además cuando se descarta ese agua rica en sales y en productos químicos muchas veces acaba contaminando los acuíferos.

No quiero decirte con todo esto que la turba es más sostenible que la fibra de coco, pero normalmente se da a entender justo lo contrario, que la fibra de coco es la alternativa sostenible a la turba y en nuestra opinión eso no es así.
Simplemente quiero compartir contigo esta información que tenemos y a partir de aquí que cada uno decida si prefiere utilizar fibra de coco o turba.
Vermicompost o humus de lombriz
El siguiente ingrediente es el vermicompost, más conocido como humus de lombriz. El vermicompost tiene muchísimos nutrientes. Quiero destacar que tiene mucho ácido fúlvico y mucho ácido húmico que son dos moléculas que actúan como reguladores hormonales de las plantas y en estos estadios iniciales son súper importantes, además de ser un gran inóculo de microorganismos para nuestro sustrato.

Perlita
Ahora lo siguiente que añadiremos es perlita. La perlita es una piedra que al someterse a altas temperaturas se expande y se vuelve muy porosa.
Es muy habitual encontrarla en sustratos comprados y es que la perlita nos ayuda a mejorar la aireación del sustrato y mejora también el drenaje.
Existen alternativas como la piedra pómez o la piedra volcánica, pero para semilleros no os la recomiendo.
Antes de continuar explicando la mezcla, en este punto recomendamos mezclarlo todo.

En ocasiones va bien contar con un recipiente de apoyo, porque para mezclar, como la caja queda muy llena a veces es un poco complicado, así que sacamos un poco de sustrato, mezclamos y volvemos a poner en la caja. Al final, hacerlo así te facilita mucho más la tarea.

Harina de roca fosfórica
Este paso es opcional, pero a nosotros nos gusta mucho hacerlo.
Se trata de añadir una fuente de fósforo a la mezcla de sustrato para semilleros. Este macro nutriente normalmente está presente en suficiente concentración en prácticamente todos los suelos naturales. No es algo de lo que habitualmente tengas que preocuparte a no ser que sepas al 100% que tu suelo tiene un déficit. Esto no pasa en muchos casos, pero podría ser.
En esta ocasión, estamos haciendo un sustrato artificial. Esto no es un suelo natural, por lo tanto, sí que deberíamos al menos preguntarnos si va a haber suficiente fósforo disponible para esas semillas cuando germinen.
Y es que este macro nutriente es muy importante, porque es entre otras cosas, es responsable del desarrollo correcto de las raíces. Así que para los semilleros nos interesa muchísimo que tengan el suficiente fósforo.
Una de las mejores opciones que tenemos para añadir fósforo es la roca fosfórica. La harina de esta roca tiene una pequeña cantidad de fósforo disponible, pero una reserva importante de una forma de fósforo que poco a poco los microorganismos van a ir liberando.
Además es rica en calcio que también nos va a venir muy bien pero sobre todo lo que la hace interesante es su aporte en sílice.
El sílice aunque no sea un nutriente del que se habla mucho, tiene una gran importancia para que las plantas sean capaces de defenderse de los ataques de hongos, de algunas bacterias perjudiciales e incluso de insectos, porque refuerza la pared externa de sus células y de esa forma es mucho más difícil que cualquier otro ser pueda atacarlas.

Para 60 litros de sustrato que acabamos de hacer vamos a añadir 60 gramos de harina de roca fosfórica, ya ves que es una relación muy simple por un litro de sustrato un gramo de roca fosfórica.
Extracto de algas
Otro ingrediente que nos gusta mucho en nuestros sustrato para semilleros es el extracto de algas. Nosotros usamos el de la marca Cultivers que es Ascophyllum nodosum, que es el mejor de las algas que podemos usar.
En muchas ocasiones se venden los extractos de algas como si fueran fertilizantes, pero no es cierto, porque la cantidad de nutrientes que tienen es bastante pobre.

Pero hay otras cosas de esta alga que nos interesan especialmente y es que hay un estudio donde se comprueba que este alga tiene la capacidad de atraer bacterias beneficiosas a nuestro suelo y promover el crecimiento de las raíces hace que nuestra planta esté mejor adaptada al estrés. Lo cual es muy importante, porque va a sufrir varios trasplantes, así que estar preparada para el estrés es un factor bastante importante.
Además este alga nos ayuda a mejorar la capacidad de retención de agua del suelo, mejora su aireación y no tiene ningún efecto negativo sobre el medio.
La mayoría de estos preparados de algas se hacen a partir de cultivos, sólo un 5% se hace mediante extracción del medio natural y es una extracción normalmente bastante respetuosa.

Te recomiendo que si vas a usar un extracto de algas lo hagas en forma sólida porque al fin y al cabo si utilizamos las formas líquidas lo único que estamos haciendo es transportar agua de un lugar para otro y eso sí que es poco sostenible.
Para los 60 litros que hemos preparado de tierra para semilleros, vamos a poner 60 gramos de extracto de algas.
Té de compost
Ya prácticamente tenemos acabado nuestro sustrato, nos queda humedecerlo un poco.

Puedes darle un ligero riego perfectamente con agua, pero a nosotros nos gusta mucho más utilizar un té de compost o té de vermicompost.
Vamos a regar ligeramente nuestro sustrato con la cantidad justa para que al cogerlo se quede hecha una bola y no se desmorone, pero tampoco queremos que llegue a gotear.
No vamos a pretender que el sustrato quede completamente mojado y empapado. Ya sabes que con este té de compost o vermicompost estás añadiendo un montón de microorganismos a este sustrato que te van a ayudar con las plantas desde un inicio.

Conclusión y otros ingredientes
Te recomiendo que para empezar hagas esta receta tal cual la planteamos. Con el tiempo puedes ir añadiendo algunos ingredientes, si es que los tienes a tu disposición. Por ejemplo, algunos que nos gustan mucho pero que actualmente no añadimos a nuestro sustrato serían: la tierra de topo y la cascarilla de arroz.
La tierra de topo son esos montoncitos que dejan los topos cerca de los agujeros. Si tuviéramos pues seguramente la usaríamos. Lo puedes recoger y añadirlo, porque aporta unas características muy interesantes a la mezcla.

Si tienes acceso a la cascarilla de arroz y ves que tu sustrato necesita retener más agua, también es un ingrediente muy interesante en pequeñas cantidades. O si no tienes cascarilla de arroz, puedes comprar un poco de vermiculita.
Bueno, hay muchos ingredientes que puedes añadir a esta fórmula pero si nosotros te la recomendamos así es porque la hemos practicado durante mucho tiempo. Como ya te comentamos antes, hemos experimentado con ella y realmente creemos que funciona fantásticamente porque aporta las condiciones de germinación óptimas para las plantas en esta fase de cultivo.
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Que beneficio aporta la tierra de los topos
Pues cuentan que es muy buena para semilleros aunque no he tenido oportunidad de probarla.