Todo sobre el fungicida de cola de caballo
En esta entrada te queremos enseñar uno de los fungicidas caseros naturales más potentes que existen para tus cultivos. Se trata del fungicida de cola de caballo, y te vamos a enseñar cómo preparar este tratamiento ecológico paso a paso y los diferentes usos que puede tener.
Si hay una planta potente contra las enfermedades fúngicas, esa es la cola de caballo. Equisetum arvense. Y esta propiedad se la debemos a que es una planta que tiene una gran capacidad para acumular sílice en sus tejidos, en forma de ácido silícico.
La planta de cola de caballo, Equisetum arvense
Es una planta muy curiosa porque no produce flores y se reproduce por esporas, como los helechos. Tiene dos tipos de tallo, la parte fértil, que es quizá la menos conocida, consta de un tallo o recto de unos 30 centímetros que acaba como en una piña, que se llama estróbilo y es desde esta piña desde donde se dispersan las esporas.
La parte infértil es la más conocida consta de tallos un poco más altos, con ramas. Apenas tiene hojas que salen en los nudos y hacen fotosíntesis durante muy poco tiempo, porque enseguida se secan. La gran parte de la fotosíntesis de esta planta la llevan a cabo los tallos, que por cierto son huecos.
La parte fértil y la parte estéril de la planta están unidas bajo tierra por un extenso rizoma y eso hace que la planta aunque veamos los tallos muy separados, sean siempre el mismo individuo, porque por debajo del suelo están unidos por ese rizoma.

Este rizoma de Equisetum arvense es la parte de la planta que sobrevive al invierno. Cuando bajan las temperaturas, los tallos mueren y el rizoma permanece durmiente todo el invierno bajo el suelo, para luego primavera volver a rebrotar.
Como te comentaba antes lo que hace único contra las enfermedades fúngicas a esta planta es que tiene una gran contenido en sílice. Y es que se dice que las plantas necesitan 16 micronutrientes, aunque en realidad son muchos más, pero bueno, dentro de estos 16, el sílice ocupa un lugar bastante importante.

Y la verdad es que es un elemento muy abundante en la tierra, lo encontramos en todo tipo de ambientes en el suelo, pero también disuelto en el agua del mar. El sílice no se encuentra libre en la naturaleza, sino que suele unirse formando moléculas más complejas, a veces forman estructuras cristalinas muy grandes como es el caso del cuarzo.
Nota:
Cuando se encuentra en forma de ácido silícico es cuando las plantas son capaces de absorberlo.
Funciones del Sílice en las plantas
Por un lado el sílice interviene en la estructura celular de las plantas, como sería en las paredes celulares vegetales, las ceras o las cutículas y eso representa la primera barrera física de protección de una planta contra el ataque de un hongo.
Simplemente reforzando estas estructuras ya podemos conseguir un gran resultado cuando nuestras plantas sean atacadas. Pero es que además el sílice tiene otro plano de acción, que sería el de y ayudar a desencadenar toda una serie de mecanismos bioquímicos que se suceden dentro de la planta en cadena una vez que la primera célula ha sido atacada.

Además hay plantas que son capaces de producir sustancias antifúngicas, como por ejemplo la mostaza, y para la síntesis de esta sustancia es necesario el silicio. Pero es que ya tenemos los primeros resultados de algunos estudios que apuntan que el sílice podría jugar un papel importante en la activación de ciertos genes que regulan la respuesta inmunitaria de las plantas frente a agresiones.
A parte de potenciar los mecanismos de defensa de la planta, el sílice también actúa directamente contra los ataques de hongos.
Ya sabes que los hongos viven muy bien en condiciones de humedad alta y el sílice es un gran secante. Si realizamos correctamente la extracción, podemos tener altas concentraciones de sílice en nuestro preparado que al aplicarlas sobre el hongo instalado podrían frenar su crecimiento o incluso llegar a matarlo.
Pero es que además Equisetum arvense tiene otros compuestos que pueden ser muy interesantes como saponinas, flavonoides o determinados ácidos orgánicos como la nicotina, la palustrina, la equisetonina que son directamente tóxicas para los hongos.
Decocción de cola de caballo
Nos gustaría enseñarte cómo hacer la decocción de cola de caballo. Ya verás qué es un proceso muy sencillo. De todas formas, si no te apetece o no puedes hacerlo, también puedes comprar estas de cocciones ya hechas.
El proceso tiene 5 pasos.
Primer paso
Si te decides por hacerlo tú mismo, entonces lo primero será proveerse de la planta. Debemos cosechar la especie Equisetum arvense y no otros Equisetum que pueden parecerse mucho, pero que ni tienen tanto sílice ni esos otros compuestos que también son principios activos contra los hongos.
Una vez hayas localizado las plantas tendrás que escoger el mejor momento para hacer la cosecha. Se dice que están maduras a partir de mediados de junio más o menos. Lo que pasa es que hemos consultado un estudio que ha ido analizando distintas plantas de distintos lugares durante el tiempo. Y han concluido que la concentración de sílice en los tejidos es acumulativa, así que cuanto más tarde más sílice tienen esas plantas. Según este criterio el mejor momento para cosecharlo sería a finales de verano o incluso en septiembre u octubre.
Consejo:
Esta planta la vais a encontrar en zonas donde haya una elevada humedad, sobre todo en prados y donde el suelo sea rico en arena y arcilla.
Recuerda que para cosecharla no hay que arrancarla porque estarías perturbando el rizoma, y dificultaría es que la planta siguiera reproduciéndose al año siguiente. Es mucho mejor unas tijeras y cortar simplemente la parte estéril por la base. El otro pie de la planta lo podemos dejar que haga sus esporas y así seguirá reproduciéndose sin problema.
Una vez la hayas cosechado, puedes utilizarla fresca si es para hacer una decocción en ese mismo momento o también puedes secarla a la sombra, en pequeños manojos, yo te recomiendo que la cuelgues en un sitio bien ventilado y una vez esta totalmente seca, puedes triturarla o cortarla bien pequeña para que no ocupe tanto espacio.
La mejor forma de guardarla es en bolsas o sacos de papel para que así si aún queda algo de humedad pueda transpirar, y no empieza a enmohecerse. Una vez tenemos la planta seca y bien almacenada puedes guardarla durante un año.

A partir de ese punto el sílice va a mantenerse, no se va a degradar, pero los otros principios activos sí que pueden empezar a perderse.
Segundo paso
Si ya tienes la planta, lo siguiente que tendrás que hacer es introducir 150 gramos de planta seca en una olla y si estás utilizando la planta fresca debes multiplicar esta cantidad por 10, es decir, necesitarías un kilo y medio.
En esa misma olla vamos a poner 5 litros de agua de lluvia
Es muy importante que utilicemos para este extracto natural de cola de caballo agua de lluvia que no usemos agua del grifo o agua de un pozo, no solo por el cloro que puede tener el agua de red, ya que estaremos hirviendo y ese cloro se iba a evaporar igualmente, sino también porque el agua de lluvia prácticamente no lleva minerales disueltos, así que cuando extraigamos esos principios activos como la equisetonia y ácido silícico no hay tantas opciones de que éste vaya a reaccionar y ligarse con otros compuestos.

En cambio, si utilizamos el agua de pozo sí que existe ese riesgo y vamos a perder una parte del sílice que va a dejar de estar disponible. Si no tienes acceso a agua de lluvia otra opción podría ser que utilizarás un agua mineral, pero de mineralización débil. No es sencillo extraer el sílice de los tejidos de la planta, por eso no es una infusión.

Tercer paso
Lo que vamos a hacer es una decocción, en el que la planta debe hervir junto con el agua durante un largo rato.
Lo tendremos un mínimo de una hora hirviendo a fuego medio. Mejor que esté medio o un poco bajo, que el fuego alto que podría destruir esos otros principios activos que también nos interesan.
Además durante este proceso para mantener al máximo el volumen de agua, vamos a tapar la olla. Hay quien deja hidratar la cola de caballo seca en agua durante las 24 horas anteriores a la decocción. Este paso no es imprescindible pero puede ser interesante, porque sí que puede llegar a mejorar un poco la extracción durante la decocción.
Cuarto paso
Diez minutos antes que acabe en la receta la ebullición, vamos a añadir 25 gramos de ceniza de madera.
Muchas recetas no contemplan este paso, pero es muy interesante. Tiene una doble función: por un lado vamos a subir el pH de este preparado, y así en esa última fase mejoraremos aún más la extracción de sílice, y por otro lado, estamos equilibrando el pH porque ese sílice está en forma de un ácido y así devolvemos el pH a esa neutralidad que nos interesa más.

Quinto paso
Una vez nuestra planta ha hervido durante una hora aproximadamente, vamos a apagar el fuego y lo dejaremos reposar, sin abrir la tapa, durante 12 horas más. Que se enfríe perfectamente y acabe de infusionar.
Pasadas esas 12 horas, lo que nos tocará hacer es filtrar nuestro preparado.
Lo haremos en un recipiente que idealmente va a ser de cerámica, de madera o de vidrio. Además, debemos dejarlo durante dos días tapado, de forma que pueda transpirar. Puedes utilizar un poco de papel o una tela, una gasa o lo que sea, pero que deje transpirar, porque seguramente ciertos microorganismos van a descomponer un poco los azúcares que queden en esa dilución y por eso al cabo de dos días puede que huela a un aroma un poco podrido.
No te asustes.
No pasa nada, no va a oler bien, pero no debes asustarte. Pasados dos días, ya podemos cerrar nuestro bote y así se nos va a conservar perfectamente durante varios meses.

Dosificación
Una vez tengamos listo nuestro concentrado para aplicarlo hay que diluirlo en la proporción 1:10, es decir, un litro de decocción en nueve litros de agua, para así tener un total de 10 litros de producto. Una vez diluido, no debemos conservarlo más de dos semanas.
Aplicación
Existen varias maneras de aplicar este fungicida casero, aunque quizá la más común sea pulverizar los sobre las plantas como preventivo antes de la proliferación de hongos. Y es que además, este preparado ha demostrado tener cierta acción insecticida contra pulgones y araña roja. Te aconsejamos que actúes de forma preventiva y no curativa y que empieces pronto a utilizar este extracto.
En cuanto a la frecuencia de aplicación, nosotros lo aplicamos en plantas sensibles una vez cada dos semanas.

En otras condiciones, como podrían ser si llueve y hace calor, lo cual favorece más a los hongos, pues podrías hacer un tratamiento semanal o en invernaderos donde las condiciones de humedad y de calor son mayores también podrías hacer un tratamiento a la semana.
Cuándo aplicarlo
Nuestra manera de saber cuándo empezar a aplicar este extracto vegetal es una vez que las temperaturas mínimas han alcanzado los 10 grados. Siempre es mejor actuar de manera preventiva que curativa.
En el caso de los frutales pues podrías adelantar los tratamientos una vez que las yemas florales empiezan a abrirse.
Pero si ya ves algún signo de aparición de hongos en algunas de tus plantas, como manchas blanquecinas, mildiú u oídio, también puedes usar este preparado para intentar frenar la infección, como te explicado antes el sílice es un potente secante.
Existen algunos casos en los que la infección de hongos ha llegado a erradicarse si las condiciones climáticas lo permiten gracias a la aplicación del fungicida de cola de caballo.
Si ya veis signos de hongos patógenos sobre tus plantas puedes hacer este tratamiento durante tres días seguidos y luego dejar un periodo de descanso de una semana antes de volver a aplicar tres días seguidos el preparado de sílice.
Muchas veces se nos olvida actuar contra los agentes patógenos en otoño y en realidad muchos de estos hongos tienen un ciclo anual y es en este momento del año cuando generan sus esporas, que pasarán el invierno en el suelo y al año siguiente volverán infectar a nuestras plantas. A ver, es normal que cuando el ciclo de las plantas está acabando, no nos preocupe tanto la infección por hongos, pero de cara a prevenir al año siguiente la infección por estos hongos patógenos es importante incidir.
Dato interesante
Hay estudios que demuestran que este preparado de Equisetum arvense tiene principios activos que pueden inhibir el crecimiento de las esporas al año siguiente.
Precauciones
Como puedes ver se trata de un preparado muy potente, así que a la hora de usarlo deberemos tomar ciertas precauciones.
En concreto, dos.
Primera precaución
La primera es no usarlo en las horas centrales del día, cuando hace más calor. La óptima aplicación sería o bien por la mañana o lo mejor de todo es aplicarlo a última hora de la tarde.
Además como la acción del preparado es potente, es ideal para aplicarlo como preventivo ante al ataque de hongos en la primavera, principios de verano o durante el otoño, pero deberemos evitar aplicarlo en esas épocas del año donde hace más calor: esas cuatro o cinco o seis semanas de temperaturas más elevadas.
En primer lugar para evitar un efecto de secante sobre la planta y en segundo lugar porque los hongos que pueden actuar en esta época del año ya tienen mecanismos para prevenir la deshidratación. Durante estas semanas hay otro preparado, el de ortiga, que funciona mucho mejor.
Segunda precaución
Existe otra manera de aplicar este preparado y es hacerlo directamente sobre el suelo. Yo solo te recomiendo hacerlo de esta manera si tienes un problema grave y recurrente en una zona de tu huerto con los hongos patógenos. Es decir, que año tras año tienes una fuertes enfermedades por hongos, como podrían ser el oído o el mildiu.
Si es así puedes hacer un tratamiento de choque a principios de invierno y a finales de otoño. Para hacerlo, aplica 40 litros de este preparado por hectárea de cultivo, disuélvelos en la cantidad de agua que sea necesaria para poder aplicarlo sobre el terreno, pero ten en cuenta que aplicar un fungicida directamente en el suelo puede afectar a la microbiota que vive en él.
A pesar de los estudios que se han realizado hasta el momento, es imposible saber cómo va a reaccionar un suelo frente a esta aplicación. Lo que sí se ha visto es que hay ciertas levaduras a las que no parece afectarles este preparado de sílice y también se ha visto en otros estudios, que más de 10 aplicaciones anuales sobre el suelo puede afectar a los actinomicetos que viven en él.
Los restos de la decocción de cola de caballo que te queden después de hacerla, estos restos vegetales puedes tirarlos perfectamente al compost. En el compost hay tal cantidad de microorganismos que no se van a ver afectados por esta acción fungicida. Además, podría ser que favoreciera la aparición de ciertas bacterias que se han especializado en la degradación de algunos tipos de sílice.
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